miércoles, 27 de noviembre de 2013

¿Qué hacer en caso de accidente?




Proteger. Se deberá tener en cuenta cada caso concreto que se presente, pero la intención debe ser la misma, intentar proteger a la víctima o víctimas involucradas en el accidente y protegernos a nosotros mismos. Se debe intentar que ninguna otra persona más resulte herida y que no se produzcan mayores daños de los ya causados.
Ante todo, hay que mantener la calma. Podemos complicar más las cosas si estamos nerviosos y no pensamos antes de actuar.
Avisar. Después de asegurar la zona es imprescindible dar el segundo paso; la llamada de aviso. No hay que olvidar que cuanto antes vengan al lugar donde ha ocurrido el accidente, la víctima estará más rápido en manos de personas cualificadas para poder ayudarle. La rapidez de actuación puede salvar vidas.
Para ello, es necesario saber a qué número de teléfono debemos llamar. La opción más aconsejada en caso de no saber muy bien cómo actuar es llamar directamente al número de emergencias, es decir, al 112 que funciona en toda Europa. En otros casos se puede llamar a los bomberos, policía, médico de la empresa, ambulancia, etc. Sin embargo, hay que recordar que desde el número de emergencia gratuito 112 también se puede acceder a los servicios de la policía o los bomberos.
En dicha llamada se debe especificar lo máximo posible de qué accidente se trata así como las personas involucradas (aún más si hay mujeres embarazadas o personas con minusvalía psíquica). Hay que especificar también el lugar exacto en el que nos encontramos y no colgar hasta que nos lo indiquen.
El curso de prevención también indica que en las instalaciones de la empres, se deberá tener además un botiquín de primeros auxilios con medicamentos en perfecto estado de conservación y con fecha de caducidad en vigor junto con elementos básicos como tiritas, vendas, apósitos, alchohol o agua oxigenada, o en su defecto, algún otro producto para desinfectar las heridas.
Socorrer. Antes de empezar a ayudar con el auxilio de la persona hay que tener en cuenta dos normas básicas.
  • No se debe mover a la víctima en ningún caso, a excepción de que se encuentre en una situación de peligro. Trasladar al accidentado puede resultar muy contraproducente si se desconoce el alcance de sus lesiones y, por tanto, debe decidirlo un médico o en su defecto un profesional sanitario.
  • No dar agua al lesionado. En caso de que la víctima sufra de heridas en la cabeza, cuello, tórax y abdomen el agua suministrada podría circular por vías inadecuadas.
Un buen comienzo para comenzar la asistencia es reconocer sus signos vitales como si está consciente, si respira o su pulso, al igual que si presenta hemorragias visibles. Mientras se realiza esta actuación se debe calmar a la víctima haciéndole saber que la ayuda experta está en camino.
Cuando se trate de accidentes múltiples, hay que hacer un reconocimiento general a todos los heridos y comenzar por aquellos que necesiten más ayuda. Recuerda que debe ser una valoración objetiva no basándose en lo que se quejen las víctimas. Las más graves son las que siempre tienen prioridad.
Estas medidas no solo son necesarias en un entorno de trabajo sino también en cualquier accidente fuera del entorno laboral y en cualquier situación de peligro ya sea accidentes de tráfico, paradas respiratorias, ahogamientos, caídas en la calle, etc. Por todos estos motivos es tan recomendable estudiar un curso de prevención.